El Área de Residencia del HC San Rafael se configura como un dispositivo asistencial y de convivencia, cuyo fin es proporcionar atención completa y servir de vivienda estable y ordinaria a personas con discapacidad intelectual que encuentran dificultades para la integración o la permanencia y el desarrollo en el entorno familiar.
Nuestra residencia tiene carácter de Centro Abierto y se encuentra integrada dentro de una Red de Servicios Sociales Comunitarios, cuya principal función es prestar atención a aquellas personas con discapacidad intelectual que carecen de núcleo familiar de referencia o éste no cubre las necesidades mínimas del usuario.
Atenciones básicas:
- Manutención y alojamiento de los usuarios.
- Actividades de convivencia y cooperación.
- Actividades de auto-ayuda.
- Apoyo psicosocial y sanitario.
- Desarrollo de la autonomía personal y la independencia.
- Fomento de la integración y participación en entornos normalizados.
- Actividades de ocio y tiempo libre.
- Orientación familiar.
- Servicio de Atención Espiritual y Religiosa (SAER).
El Área de Residencia se estructura en varias unidades residenciales que favorecen y personalizan la atención de los cuidados y procesos de normalización. En cada Unidad Residencial, teniendo en cuenta las características individuales y grupales de los usuarios, se aplican programas asistenciales comunes, cuya finalidad es desarrollar, las áreas de habilidades adaptativas (AAMR):
- Vida en el hogar
- Autocuidado
- Ocio y tiempo libre
- Habilidades académicas funcionales
- Trabajo
- Autorregulación
- Salud y seguridad
- Uso de la comunidad
- Habilidades sociales
- Comunicación
- Deporte
- Música
- Taichí
Piso tutelado
El Área de Residencia cuenta con un piso tutelado para aquellos usuarios que han adquirido una formación a nivel socio laboral y de convivencia que hace posible su integración autónoma e independiente. Se contempla como el paso previo a la vida independiente.
El objetivo del piso tutelado es el desarrollo de hábitos de convivencia normalizados a través de actividades propias de todo grupo familiar que convive en un mismo domicilio. Asimismo, realizan todas aquellas actividades que les permiten participar en modelos normalizados de vida, haciendo uso de los servicios que les ofrece la sociedad y participando de la vida comunitaria.